¡Otra vez por aquí! El último post fue de justo cuando llegué hace casi dos semanas y han pasado muchas cosas desde entonces, que tengo esto muy abandonado. Estuve en el CPH Downtown Hostel provisionalmente y no llegué siquiera a agotar los días de la reserva. Enseguida aclaré la situación con la oficina de alojamiento y me dejaron mudarme enseguida a mi residencia definitiva, el Paul Bergsøe Kollegiet, así que aquí estoy, en mi nueva habitación.
La primera impresión fue desoladora, la verdad. Sí, es lo que decía en el folleto, amueblada y con baño propio... pero lo que no te cuentan es que tienes los cajones del armario plagados de lo que aquí llaman silverfish, que no hay lámpara en el techo, y que de las dos bombillas que hay en la lámpara de suelo, una no funciona. Sumando además que la silla que me dan está rota, la verdad es que no fui capaz de esbozar una sonrisa. A pesar de todo, fui solucionando cosas. Limpié los cajones, quité alguna araña y silverfish de más que había en el baño, y cuando tuve tiempo fui a la oficina de alojamiento a comentar los desperfectos. Lo que me dijeron: "La bombilla de la lámpara cómpratela, en el techo no hemos puesto ni vamos a poner nada, y en cuanto a la silla... ¿quieres llevarte ésta?". La chica me lo dijo señalando una caja enorme que tenían apartada a un lado del mostrador de la oficina. Yo estaba flipando. La amarga perspectiva de arrastrar los 20kg hasta mi residencia solo fue eclipsada por lo cojonuda que parecía la silla. Así que me armé de valor y a tirar con la caja por la DTU de lado a lado. Incluso en la cola de la papelería me preguntó un tipo que si la había comprado allí y que cuanto me había costado. Después de la sudada de llevarla hasta la residencia, montándola recordé mis primeros días en PalBin donde los "chicos de desarrollo" tuvimos que montar nuestras propias sillas también. ¡Recuerda, nunca sabes de qué te van a servir unas prácticas en PalBin!
En fin, como digo se fueron solucionando las cosas, y tras una semana aislado del mundo virtual, este lunes conseguí internet. La habitación ya va siendo más habitable, he pegado en la pared las fotos que me regalaron mis amigos antes de irme y pronto colgaré mi cuadro favorito de mis padres, regalo de someone muy especial. Además, tengo unos compañeros de pasillo y cocina muy majetes que ya empiezan a organizar eventos y movidas, así que lo que en principio era desolador, se va pareciendo cada vez más a un hogar.
De la Introduction Week hablaré en otro post, que es tema aparte. Aprovecho a felicitar a mi carismático y siempre galán amigo Victor, que cumple años hoy. ¡Felicidades muchacho!
La primera impresión fue desoladora, la verdad. Sí, es lo que decía en el folleto, amueblada y con baño propio... pero lo que no te cuentan es que tienes los cajones del armario plagados de lo que aquí llaman silverfish, que no hay lámpara en el techo, y que de las dos bombillas que hay en la lámpara de suelo, una no funciona. Sumando además que la silla que me dan está rota, la verdad es que no fui capaz de esbozar una sonrisa. A pesar de todo, fui solucionando cosas. Limpié los cajones, quité alguna araña y silverfish de más que había en el baño, y cuando tuve tiempo fui a la oficina de alojamiento a comentar los desperfectos. Lo que me dijeron: "La bombilla de la lámpara cómpratela, en el techo no hemos puesto ni vamos a poner nada, y en cuanto a la silla... ¿quieres llevarte ésta?". La chica me lo dijo señalando una caja enorme que tenían apartada a un lado del mostrador de la oficina. Yo estaba flipando. La amarga perspectiva de arrastrar los 20kg hasta mi residencia solo fue eclipsada por lo cojonuda que parecía la silla. Así que me armé de valor y a tirar con la caja por la DTU de lado a lado. Incluso en la cola de la papelería me preguntó un tipo que si la había comprado allí y que cuanto me había costado. Después de la sudada de llevarla hasta la residencia, montándola recordé mis primeros días en PalBin donde los "chicos de desarrollo" tuvimos que montar nuestras propias sillas también. ¡Recuerda, nunca sabes de qué te van a servir unas prácticas en PalBin!
En fin, como digo se fueron solucionando las cosas, y tras una semana aislado del mundo virtual, este lunes conseguí internet. La habitación ya va siendo más habitable, he pegado en la pared las fotos que me regalaron mis amigos antes de irme y pronto colgaré mi cuadro favorito de mis padres, regalo de someone muy especial. Además, tengo unos compañeros de pasillo y cocina muy majetes que ya empiezan a organizar eventos y movidas, así que lo que en principio era desolador, se va pareciendo cada vez más a un hogar.
De la Introduction Week hablaré en otro post, que es tema aparte. Aprovecho a felicitar a mi carismático y siempre galán amigo Victor, que cumple años hoy. ¡Felicidades muchacho!